Durante el período Tudor la Reforma anglicana inició un
giro gradual de la fe cristiana hacia el protestantismo. En Londres
gran parte de las posesiones de la Iglesia pasaron a manos privadas. Desde la
ciudad partía lana inglesa
en ingentes cantidades hacia los cercanos puertos de los Países Bajos. El alcance
de las empresas marítimas inglesas se extendió mucho más allá de los puertos
del noroeste europeo. Tras la reapertura de las rutas comerciales entre los
Países Bajos e Inglaterra en enero de 1565 se produjo un fuerte crecimiento de
la actividad comercial y ese mismo año se creó el centro de comercioRoyal
Exchange de Londres. El mercantilismo creció y
con el aumento del intercambio comercial con el Nuevo Mundo se
crearon monopolios comerciales
como la Compañía Británica de las Indias Orientales.
Londres se convirtió en el principal puerto del mar del Norte, lugar de
embarco y desembarco de muchos migrantes. La población de la ciudad creció
desde unos 50 000 habitantes en 1530 hasta alrededor de 225 000 en
1605.
En el siglo XVI vivió en
Londres el dramaturgo y poeta William Shakespeare,
figura capital del teatro isabelino.
En el final del período Tudor en 1603, Londres continuaba siendo un núcleo
urbano bastante compacto. El 5 de noviembre de 1605, durante la Conspiración
de la pólvora, el rey Jacobo I sufrió un intento de
asesinato en Westminster. Durante el siglo XVII la ciudad
sufrió varias epidemias de peste, la más
devastadora de las cuales fue la llamada Gran plaga de Londres de
1665-66, que acabó con la vida de casi 100 000 londinenses, una quinta
parte de su población.
En 1762 el rey Jorge III compró la Casa Buckingham, que fue
progresivamente ampliada a lo largo de 75 años. Durante el siglo XVIII Londres
se vio seriamente afectada por la delincuencia, circunstancia que obligó a
crear en 1750 un cuerpo policial profesional, los Bow Street Runners. Entonces más de doscientos tipos de
delitos eran castigados con la pena de muerte y
hasta mujeres y niños eran ahorcados por hurtos.En esa época hasta un 74% de los niños
morían antes de cumplir cinco años. Las cafeterías se
convirtieron en lugares populares para debatir ideas, la alfabetización.
Comenzó a generalizarse y el desarrollo de la imprenta —que en Londres tuvo su centro en Fleet Street— puso las noticias a disposición del pueblo. En palabras del poeta británico Samuel Johnson.
Gracias muy util
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